sábado, 30 de agosto de 2014

La tregua


De nuevo la fiebre y la tos invaden todo mi ser. Esta suerte de infierno zarandeante no me deja descansar. El esqueleto completo clama por una tregua que no llega.
Ahogado, mareado y somnoliento, respiro poco pero alcanza. Es como si el aire llegara a cuenta gotas a los pulmones. Sólo sirve para mantenerme postrado.
Caminar se transforma en una aventura digna de una novela de Julio Verne.
Cuando llego al baño, después de mucho esfuerzo, el espejo es un tormento. Refleja un rostro pálido y huesudo propio de un prospero cadáver.
De adentro salen despojos de flema, sangre y vida, y vida que se escupe con dolor, con ese inmenso dolor de saber que próximamente seremos olvido.
La vida es algo que transcurre por mi ventana. Allá afuera se sienten las caricias del sol, la brisa matinal y el viento vespertino. Ese pájaro, de patas y pico naranja, que no sé cómo se llama, canta pero afuera.
Adentro todo es silencio, huele a flores marchitas, a final de velatorio cuando hay que volver todos los muebles a su lugar y vaciar los floreros.
Por suerte, todavía la suerte existe aun en este estado, pastillas de colores y un jarabe amargo ofrecen una tregua y el cuerpo se desvanece.
Ahora, las sabanas parecen de plomo y mi cuerpo se vuelve más liviano dispuesto a emprender un vuelo eterno.

miércoles, 27 de agosto de 2014

De pestes y fármacos

Acabo de apagar el nebulizador y el horrendo sonido concluyó. Ahora sólo son las teclas.
Estoy enfermo pero en todo el sentido. Tengo una bronquitis asmática desde hace 10 días. Estoy con antibióticos, corticoides y nebulizaciones. Por si no lo dije, desde hace 10 días.
Para dormir, como se me cierra el pecho y cuesta respirar, debo hacerlo sentado en la cama....monstruoso. Pero para que todo tenga una dificultad mayor se suma otra cosa, como no tengo que agitarme ni desesperarme y en una persona ansiosa como yo todo eso es muy posible que
pase, es más pasa, me tengo que tomar un par de gotas de ribotril para bajar un cambio. Por lo que dormir se convierte en una aventura digna de un sueño...ah por cierto sufro de insomnio.
Esto parece joda, digo, todo contado así con total desparpajo como si le ocurriera a otro. Pero no, me ocurre a mí y aquí estoy tomando un té de hiervas naturales que se mezclan con cuanto fármaco anda dando vuelta por la casa.
Lo único que quiero es respirar, tranquilo, sostenido, sin ahogarme en medio de una tos seca que violenta todo mi ser. Las venas del cuello parecen entrar en transformación y con una vehemencia admirable y una fortaleza abdominal trato de expectorar, es decir intento escupir, un fluido denso que ni bien sale aparece otro que corta mi respiración y la rueda sigue así por varios minutos.
Esta violenta acción de toser termina dejando mi cabeza al borde del estallido y un mareo profundo me quita todo el equilibrio y necesito refugiarme en una silla o en la cama, sí, en la cama pero sentado, ¡qué estupidez!.
En fin, así voy transitando la peste más larga en mis 40 años que ya a esta altura no sé si voy a poder superar. Debo admitir, más allá del tono simpático o sarcástico, que ando con miedo, con miedo de ese que te llena la cabeza de preguntas y te plantea escenarios catastróficos. En fin...nada que la muerte no vaya a concluir de una vez y para siempre.

Que descanses...yo no lo haré!!!