lunes, 29 de febrero de 2016

La estupidez al Poder


En la Argentina hay libertad de pensamiento y de expresión que lamentablemente está a la par de la libertad de empresa. Ahí empieza el debate interno, individual.
Que las empresas periodísticas manejen un discurso, sostengan una posición vinculada a su relación con el poder no está mal, es así como funcionan los empresarios, hacen negocios con otros y con el gobierno. 
Que dentro del medio se respete la línea editorial, es lo más lógico que debe pasar aunque siempre hay alguna forma de infringir esa ley y deslizar algunas situaciones.
Pero por afuera de esos medios, está nuestra vida, nuestra posición frente a los temas, que no necesariamente es militancia, y las contradicciones que todos tenemos en la medida que crecemos y vamos observando el mundo desde otro lugar, como por ejemplo, como padres.
Neuquén tiene un mismo color político gobernando hace más de 50 años, ni Franco en España duró tanto. No es necesario ser politólogo, sociólogo, historiador o periodista para explicar que todo proceso hegemónico tiende a la corrupción. Y en esta provincia corrupción sobra. En Neuquén todos los amigos del Poder ocupan lugares claves para impedir quedar expuestos en la plaza pública. No recuerdo que nadie haya caído preso por corrupción salvo los perejiles.
Todos saben que es así pero nadie lo dice o mejor dicho todos se contradicen. 
Para entender, ahora no arrancan las clases porque para el gobernador Omar Gutiérrez la inflación no es la misma que padece los docentes nucleados en ATEN. Por eso tenemos a todos los maestros en la calle y a todos los pibes sin clases sumando otro año más sin que las clases empiecen en tiempo y forma. 
Ahora me pregunto, los maestros supuestamente son personas inteligentes, formadas y con ideales, ¿cierto? Bueno, ¿qué hicieron con su voto? porque Gutiérrez no gano porque lo votaron solo los amigos. 
Esa es la hipocresía neuquina, donde todos putean literalmente al MPN pero lo votan.Y en esa trampa circular vivimos dando vueltas cada cuatro años. ¡Un asco!
Del gobernador, es cierto que hay que respetar la investidura pero los bufones que lo rodean no le avisan que en medio de un escenario de conflicto no puede andarse paseando por Capital Federal haciéndose foto con los ricos y famosos mientras acá los chicos no pueden acceder a la escuela con normalidad y el sistema privado se come al público sólo porque los privados, al menos cumplen con la cantidad de días de clases.
Es el propio Gutiérrez, excitado con su nuevo trabajo, quien está diezmando su imagen y la investidura. En fin ¡cosas veredes!